Tarde de verano con Holly Golightly
Jeffry Esquivel
Comienza con Holly Golightly cantando On the fire.
Comienza con sol y sin un destino fijo.
Comienza con rayos de sol pasando entre los árboles.
Y la melancolía y el dolor de la voz de Holly revolviéndote las entrañas, porque sus palabras son tus palabras, porque ella entienda esta tarde solitaria.
Después de unas  cuadras algo aparece, uno de esos detalles que te sacan un sonrisa, un gato que se te acerca, una sonrisa inesperada, una palabra exacta, cualquier cosa, alguien que te saluda en la calle, y todo parece ser hermoso y tener sentido, y piensas que no estás solo, que siempre hay algo.
Luego sigues tu camino y cuentas hasta tres, uno, dos y tres, y estas solo de nuevo, y  sigues sin saber a dónde ir, pero no quieres ir a casa. El sol está brillando.
Y miras al cielo y recuerdas las palabras y todas las cosas que han quedado atrás.
Y piensas y le das vuelta otra vez, y otra vez, y no vas a ningún lado.
Y dices: Si tan solo hubiera empezado diferente a lo mejor no estaría caminando solo, si lo hubiéramos intentado de verdad, sin mentiras, sin engaños, sin esconderse, todo hubiera sido diferente.
 Y vienen los recuerdos y vez que todo fue un engaño, que la mentira siempre daño todo,  que todo se hizo mal, y duele porque querías hacerlo bien, pero la mentira consume todo.
Y maldices, y dudas de todo, y sientes un vacío tan profundo como el fondo del mar. Y el sol brilla más que antes.
Y quieres llamar pero sabes que te va a doler, y que eres una hoja del pasado.
Y que es muy tarde para cualquier cosa.
Y vuelves al inicio, a que si todo hubiera empezado sin mentiras y cuando te das cuenta, la tarde se ha terminado y estás lejos de casa.

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