La fucking paranoia

Andrés Hurrible

de estar sentado en una silla dentro del bus tratando de concentrarme en la música del mini iCoso, evitando mirar tras los cristales la miseria concentrada en su supervivencia, sabiendo que con en la mínima oportunidad se subirán cinco hijosdeputa con cuchillos y posiblemente un tote a esculcarnos a todos con sutil y elegante violencia en plena euforia de coca más o menos fina. Por suerte un soldado, artillero de dos rayas >> y antorcha dentro de una C se sube al busesito este no tan destartalado y me ofrece una bala  de oxígeno.

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